Tranquillo Calderón, no era tu fiesta...

Si ninguna lesión lo impide José Manuel Calderón se perderá el All Star Game del próximo 17 de febrero. Chasco para la afición española, indiferencia en el público estadounidense, decisión injusta para algunos 'gurús' de la NBA y ligera desilusión para el de Villanueva de la Serena.

Desde España la exclusión de 'Calde' de la 57 edición del Partido de la Estrellas puede verse como una grave afrenta a la magnífica temporada del extremeño, pero no hay que olvidarse de la particular idiosincrasia del All Star, algo más parecido a un espectáculo de Broadway que a un partido de baloncesto.

El All Star Weekend es un fin de semana dedicado al espectáculo y a la fiesta, y la NBA no podría entender su gran fiesta anual sin sus grandes estrellas y sin representantes de los equipos con mayor mercado. ¿Es justa la selección de Jason Kidd en el quinteto titular del Este? ¿Quién podría justificar, con los números y el rendimiento en la mano, las ausencias de Calderón, Ginóbili, e inlcuso Ray Allen? ¿Merecen Hornets y Wizards dos jugadores en el All Star?... Doctores tiene la Iglesia, y en la NBA arman los dos equipos (escudados por las selecciones de los aficionados para el quinteto titular y de los entrenadores para los suplentes) confome consideran mejor para sus intereses, tanto mercantiles como de espectáculo.

La realidad, desde el punto de vista 'yankee', es que Calderón es un base no estadounidense, que empezó la temporada como suplente de T. J. Ford, que juega en un equipo canadiense y que salta a la pista para ganar y no para inflar sus estadísticas. 'Calde' se aleja de ese perfil de jugador egoísta y que sólo piensa en su lucimiento personal, algo muy apreciado para 'shows' del tipo del All Star.

Tranquillo José Manuel. No pasa nada porque no te hayan invitado al 'All Star Game'. No era tu fiesta. Tu momento llegará en los 'playoffs' y cuando termine la temporada y tengas que fichar tu nuevo contrato. La próxima campaña, si las lesiones te respetan y aciertas con el equipo en el que jugarás, a la NBA no le quedará otro remedio que invitarte a su fiesta... aunque no sea la tuya. Lo tuyo es sacrificarte en busca de la victoria y del mayor beneficio para tu equipo. Eso es ser un grande